¿Quién no ha vivido la eterna espera de un viaje familiar en auto? "Prontos, listos, ya" de Inés Bortagaray nos sumerge en esa experiencia inolvidable. La escritora uruguaya nos transporta al asiento trasero de un auto repleto, donde una niña de diez años, la hermana del medio, narra el interminable trayecto familiar hacia la playa. A través de un íntimo monólogo interior, somos testigos de sus pensamientos, sueños y las pequeñas grandes incidencias que marcan el camino, desde las peleas por la ventana hasta las reflexiones sobre el mundo adulto. Los postes de luz que pasan sin fin por la carretera y la dinámica de los cuatro hermanos crean un universo particular donde el tiempo se estira y cada detalle cobra un significado especial. La novela explora con maestría la percepción del tiempo en la infancia, las complejas relaciones familiares —entre afectos, rencillas y alianzas estratégicas— y cómo la inocencia infantil se enfrenta a la extrañeza del mundo adulto. Bortagaray captura la esencia de la niñez, donde lo cotidiano se convierte en revelación y cada momento es una aventura. Esta obra es un verdadero tesoro por su capacidad para evocar la nostalgia de los viajes de infancia, transportándonos a sensaciones y sonidos familiares que resuenan profundamente en el contexto sudamericano. Su voz narrativa, auténtica y conmovedora, ha sido celebrada por la crítica. La edición chilena de este libro, impulsada por la escritora Alejandra Costamagna, la acerca aún más a nuestros lectores, conectando con las propias experiencias de carretera trasandina en el caluroso verano sudamericano. Es una invitación a reencontrarse con esa mirada pura que solo la niñez puede ofrecer, y a redescubrir la magia en lo aparentemente simple.