Este recurso narra la realidad de las poblaciones migrantes y refugiadas, desde una perspectiva simbólica. En él se cuenta el gran viaje que emprenden los citintos, antiguos habitantes del desierto de los Silencios, desde los ojos de una niña llamada Gardinella. Todo el pueblo camina a través del desierto y hay todo tipo de personas, altas, bajas, gordas, flacas, sencillas, complejas, etc. Así pasan el día entero y, a la noche, antes de acostarse, realizan la quema de algunas de sus pertenencias para facilitar el paso hacia “lo otro”. Al día siguiente, sus ropas mágicamente son del color de la noche. Tras esto, continúan el trayecto hasta la floresta Serpenteante. Ese lugar sorprende a los niños, quienes llenan de preguntas a los adultos sobre la flora y fauna que iban observando. De pronto, la exploración inicia una alegre danza que termina por transformar a cada uno de los citintos en distintas partes de una gran ciudad. El cuento termina con esta ciudad, llena de casas, jardines, torres, puentes y palacios, que un día será habitada por los pueblos que migran. Elegante metáfora con la cual se muestra que a los pueblos los forma la gente.