El príncipe y el mendigo
¡Prepárense para una aventura épica con "El príncipe y el mendigo" de Mark Twain, un clásico que nos transporta al vibrante y contrastante Londres del siglo XVI! Esta emocionante novela nos presenta a dos jóvenes muy parecidos físicamente, pero con destinos totalmente opuestos: Tom Canty, un niño que vive en la miseria de las calles de Offal Court, y el Príncipe Eduardo, el heredero al trono de Inglaterra. Un giro inesperado del destino los lleva a intercambiar sus ropas y, con ellas, sus vidas. Así, Tom se ve de repente inmerso en la opulencia y las estrictas reglas de la corte real, mientras que Eduardo experimenta en carne propia la dura realidad de la pobreza, la injusticia y la falta de libertad que sufre el pueblo. A través de las peripecias de estos dos personajes, Mark Twain nos invita a reflexionar sobre la identidad, la apariencia y las profundas diferencias sociales. ¿Qué significa realmente ser un príncipe o un mendigo? ¿La vestimenta define a la persona, o son el carácter y las acciones lo que importan? Este libro es una crítica aguda a la desigualdad y nos enseña la importancia de la empatía, de ponerse en el lugar del otro para comprender sus vivencias. "El príncipe y el mendigo" es una lectura atrapante y conmovedora que te hará cuestionar el mundo a tu alrededor. Ideal para estudiantes, profesores y cualquier amante de las historias que, con un toque de humor y mucha humanidad, nos invitan a pensar en la justicia y el valor de cada persona, más allá de su origen o posición.
Sobre el autor
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Samuel Langhorne Clemens, universalmente conocido por su seudónimo Mark Twain, fue un prominente escritor, humorista y orador estadounidense, cuyo legado lo posiciona como uno de los pilares de la literatura de su país. Nació el 30 de noviembre de 1835 en Florida, Misuri, y su infancia transcurrió en Hannibal, un pueblo ribereño del Misisipi, experiencia que nutriría gran parte de su obra literaria. Tras la temprana muerte de su padre, abandonó la escuela a los once años para trabajar como aprendiz de impresor, lo que lo llevó a diversas ciudades antes de emprender su vocación más emblemática: la de piloto de barco de vapor en el río Misisipi, oficio que inspiraría su famoso pseudónimo, una expresión náutica que significa 'marca dos brazas'.
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