El hombre que miraba al cielo
¡Atención, amantes de las historias que tocan el alma! Llega a nuestras estanterías una joya de la literatura chilena, **"El hombre que miraba al cielo"** de nuestro aclamado Hernán Rivera Letelier. Publicada en 2018, esta novela te invita a un viaje profundo por el inconfundible desierto de Atacama. La trama nos presenta a un enigmático anciano, conocido como "El Mirador", cuya única ocupación parece ser contemplar el cielo en una esquina de Antofagasta. Su misteriosa devoción atrae la curiosidad de dos jóvenes artistas callejeros: Pajarito, un talentoso pintor de pavimento, y la Saltimbanqui, una ágil acróbata de semáforos. Juntos, deciden acompañar a este peculiar personaje en una travesía inesperada hacia San Pedro de Atacama, donde "El Mirador" busca ser "bendecido por esos cielos". A través de esta aventura, que los lleva a través de los vastos paisajes del norte chileno, los personajes se irán conociendo, revelando secretos ocultos y enfrentando un pasado trágico. Rivera Letelier, con su prosa característica, nos sumerge en una reflexión sobre la búsqueda de sentido, la conexión con lo invisible del día a día y el poder de la redención. Los cielos nortinos, casi un personaje más, se convierten en un espejo del alma humana, invitándonos a mirar más allá de lo evidente y a apreciar la belleza en lo cotidiano. Si te gustan las novelas que te emocionan, te hacen pensar y te conectan con los paisajes y las almas de Chile, "El hombre que miraba al cielo" es una lectura imperdible. Es una oda a la espiritualidad y a la majestuosidad de nuestro desierto.
Sobre el autor
96 libros en la biblioteca
Hernán Rivera Letelier, destacado escritor chileno, nació el 11 de julio de 1950 en Talca, Chile. Pasó su infancia hasta los once años en la oficina salitrera de Algorta, en el norte de Chile, una experiencia que marcaría profundamente su obra literaria. Tras el cierre de la salitrera, su familia se trasladó a Antofagasta, donde la trágica muerte de su madre lo llevó a una etapa de autosuficiencia, vendiendo periódicos y trabajando como mensajero para sobrevivir. Posteriormente, se embarcó en un periodo de viajes por varios países sudamericanos antes de asentarse en Pedro de Valdivia, donde completó su enseñanza media en INACAP. Rivera Letelier inició su trayectoria literaria en 1988 con poesía y cuentos, pero fue en el género novelístico donde alcanzó un reconocimiento masivo y de la crítica. Sus novelas, caracterizadas por su fuerza narrativa, originalidad expresiva y personajes realistas, recrean magistralmente la vida en la pampa salitrera, sus obreros, amores y la singular cosmovisión de los pueblos del desierto de Atacama. Entre sus obras más célebres se encuentran "La reina Isabel cantaba rancheras" (1994), "Fatamorgana de amor con banda de música" (1998), "Santa María de las flores negras" (2002) y "El arte de la resurrección" (2010). A lo largo de su carrera, Hernán Rivera Letelier ha sido honrado con importantes distinciones, incluyendo el Premio del Consejo Nacional del Libro y la Lectura en dos ocasiones (1994 y 1996), el nombramiento como Caballero de las Artes y las Letras por el Ministerio de Cultura de Francia (2001), el Premio Alfaguara de Novela (2010) y el Premio Nacional de Literatura de Chile (2022). Sus obras han sido traducidas a múltiples idiomas y adaptadas a diversos formatos artísticos, consolidándolo como una de las voces más relevantes de la literatura chilena contemporánea.
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