¿Qué pasa cuando la desorientación existencial se convierte en el pulso de una generación? Ricardo Vivallo nos sumerge en esta pregunta con *Cuaderno de Guayaquil*, una novela-collage que se hilvana a través de las entradas de un diario íntimo. Aquí, un narrador joven, rondando los treinta, intenta descifrar un mundo que lo abruma, donde la meta parece ser sentir menos, escapar sin rumbo fijo y acallar el ruido ensordecedor de su propia existencia.

La trama no sigue una narrativa lineal clásica, sino que se construye a partir de fragmentos que revelan la rutina de este protagonista: una familia que vive de lugares comunes, relaciones sexuales vacías y amistades que ya no conectan. Vivallo pinta un retrato crudo y honesto de un "joven nuevo" que se resiste a las etiquetas y expectativas victimizantes de su época. Los temas centrales giran en torno a la alienación, la búsqueda de autenticidad en un mundo de apariencias y la dificultad de conectar verdaderamente con otros y consigo mismo.

Este libro es valioso porque nos ofrece una mirada incisiva a las inquietudes de una parte de la juventud chilena contemporánea, reflejando tensiones y vacíos que resuenan en nuestra sociedad. Es una exploración profunda de la identidad y la fragilidad humana, que el reconocido escritor Alberto Fuguet ha calificado como un "texto definitivo", capaz de dejar al lector con una mezcla de espanto y empatía. Si buscas una obra que te invite a reflexionar sobre las complejidades del presente y la psique individual, *Cuaderno de Guayaquil* es una lectura que no te dejará indiferente.